En el ámbito corporativo cultivar una mentalidad positiva y transmitir confianza a los equipos es cada vez más importante. Creer en las capacidades propias y en las del equipo puede impulsar la moral y la productividad.
La resiliencia es la capacidad de una persona o sistema para adaptarse y recuperarse frente a la adversidad, el estrés, los cambios o los desafíos significativos. Esta habilidad implica no solo la resistencia ante las dificultades, sino también la capacidad de aprender y crecer a partir de ellas.
En un mundo donde la velocidad del cambio está afectando todos los patrones que nos brindan estabilidad y confianza, la resiliencia surge como una competencia clave.
El deporte es un territorio muy fértil para aprender y tomar ejemplos de superación.
Uno de los más grandes atletas de todos los tiempos es Michael Jordan. Para él era fundamental aprender de los fracasos. No hizo el equipo de baloncesto de su escuela secundaria en su primer intento. Sin embargo, utilizó esta experiencia como motivación para entrenar más duro y eventualmente se convirtió en una leyenda del deporte. Aprender de los fracasos y utilizarlos como trampolín para el crecimiento personal y profesional es crucial. Los gerentes deben fomentar una cultura donde los errores se vean como oportunidades de aprendizaje y crecimiento.
Otro caso espectacular es el de Serena Williams. Para ella eran claves la persistencia y el enfoque en los objetivos. A lo largo de su carrera Serena enfrentó múltiples lesiones y desafíos personales, pero mantuvo una determinación inquebrantable que la convirtió en la mejor tenista femenina de la historia. En el ámbito gerencial la comparación es clara. Los gerentes pueden aprender a mantener un enfoque constante en los objetivos a largo plazo, a pesar de los contratiempos. La persistencia y la dedicación son fundamentales para superar obstáculos y lograr el éxito sostenido.
Muhammad Ali es otro gran ejemplo. Aunque podía parecer arrogante, de hecho lo era, su mentalidad positiva y la autoconfianza le permitieron convertirse en inspiración mundial. En el ámbito corporativo cultivar una mentalidad positiva y transmitir confianza a los equipos es cada vez más importante. Creer en las capacidades propias y en las del equipo puede impulsar la moral y la productividad.
Muchos de nosotros recordamos las declaraciones de Simón Biles, una de las gimnastas más condecoradas, cuando declaró que daría prioridad a su salud mental durante los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, retirándose de varias competiciones para cuidarse a sí misma. Después de la pandemia la salud mental se ha convertido en un gran tema. Los gerentes deben reconocer la importancia de la salud mental en el lugar de trabajo. Fomentar un entorno donde los empleados se sientan cómodos hablando sobre sus desafíos y buscando ayuda para el bienestar general.
Uno de mis deportistas preferidos es Rafael Nadal. Su ejemplo se define en dos palabras: consistencia y trabajo duro. Nadal es conocido por su increíble ética de trabajo y su consistencia en el tenis, habiendo superado múltiples lesiones a lo largo de su carrera para seguir compitiendo al más alto nivel. Los éxitos en el mundo empresarial no son gratis, hay que ganárselo como lo hace Rafa. Por ello, es clave establecer altos estándares de desempeño y trabajar persistentemente hacia la excelencia.
Gustavo Manrique Salas
Fundador de Semiotik Consulting
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