“Es mejor liderar desde atrás y poner a otros al frente, especialmente cuando celebras la victoria cuando ocurren cosas buenas. Tomas la primera línea cuando hay peligro. Entonces la gente apreciará el liderazgo”. Nélson Mandela
El liderazgo de Nelson Mandela es un gran ejemplo del valor del liderazgo ético
Durante los últimos años las discusiones sobre liderazgo han formado parte habitual de la agenda de negocios, pero también de la formación académica. La escuela de negocios IESA y su Centro de Sostenibilidad ha promovido el concepto de Liderazgo responsable, para impulsar en las organizaciones una efectiva transición hacia una economía global, inclusiva, equitativa y regenerativa.
Así mismo, el liderazgo empresarial requiere demostrar su compromiso con la ética, algo que la sociedad reclama con insistencia. La formación del liderazgo responsable empieza desde los valores familiares y se consolida en las escuelas y las universidades.
Ambos aspectos, el liderazgo responsable y la ética son consistentemente subestimados en el ámbito académico y son temas clave que deben redefinirse como ejes fundamentales del éxito empresarial. Por ello, estimo importante que las universidades tomen nota de las reflexiones que hiciera el columnista de Financial Times Jeffrey Gandz, sobre la inclusión de estos temas en sus pensum de formación. Gandz Plantea que:
Cuando se enfatiza que el objetivo de los negocios es crear valor para los accionistas se está restringiendo la visión de los estudiantes.
Si los cursos de ética o sostenibilidad son materias electivas, el mensaje que reciben es que esto es opcional.
Los estudiantes se ven muy influenciados por lo que observan y sienten en el ambiente de la escuela, de allí que los comportamientos y los valores que ven en los profesores y en su entorno son más determinantes.
Cuando se llaman a la ética y a la responsabilidad social corporativa tópicos blandos, en contraposición con los duros como la contabilidad, economía y finanzas, se está enviando un mensaje claro de su importancia relativa.
Cuando se invita a directivos que han ganado mucho dinero, muy rápidamente a que den charlas en las escuelas, se está enviando el mensaje de que ello es lo que se espera. Cuando no se invita a jefes de empresas a que hablen de conflictos éticos, de cómo se resuelven en sus empresas, se está enviando el mensaje de que ello es secundario.
En el informe de la consultora Accenture “buscando un nuevo liderazgo”, Ellyn Shook, Chief Leadership y Human Resources Officer – Accenture destaca que las organizaciones tienen la oportunidad y obligación de dirigir el crecimiento a la par con resultados ambientales y sociales positivos. Esto comienza con redefinir lo que significa liderar responsablemente. Una nueva generación está dirigiendo el camino, enfocada en conducir el valor mientras se honran valores.
Los grandes líderes son honestos, abiertos y transparentes, comparten sus pasiones y no dudan en apoyar las causas en las que creen.
Los líderes de hoy en día necesitan entregar valor en tres frentes: desempeño organizacional, medido en su mayoría por beneficios a corto plazo; innovación continua, el semillero para el crecimiento a largo plazo, a menudo impulsado por la tecnología emergente; y sustentabilidad y confianza ganada en base a los intereses de stakeholders.
Hoy hablamos de un capitalismo de stakeholders y en este contexto el liderazgo, la ética y la sostenibilidad en su sentido más amplio constituyen aspectos clave para nuestro futuro como sociedad.
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